jueves, 23 de junio de 2011

CUBA : LOS TOROS CAPADOS























NACHO, EL CAPADOR                 Nacho Martinez vivia en una finca que lindaba con nuestro conuco.Los Martinez eran muchos. { } Marcos  y Nacho, los mayores. Nacho era de oficio capador. Ponia los toros amarrados, las cuatro patas seguras debajo de las canas bravas del arroyo.. Y alli daba con una maceta de palo, en forma de bate de pelota, de un solo golpe sobre los enormes cojones del toro ,que lanzaba un terrible berrido. Y ya el toro estaba capado.     Los cojones se le iban encogiendo, secando, hasta casi desaparecer. El toro bravo se convertia en buey, se volvia manso, obediente, buen trabajador. Enyugado con otro hacia la yunta que halaba el arado que rompia la tierra, o para el tiro de cana, llevando la carreta de cuatrocientas arrobas, con tres yuntas mas, desde el canaveral al chucho o al batey de " Unidad ".   A los potros cerreros capaba Nacho, no con la maceta, sino con un afilado cuchillo. Abria y sacaba los huevos del animal, y despues cerraba la herida curada con unguentos caseros.    A cierta edad todos los animales machos eran capados, excepto los mejores, que se dejaban para padres. Capados servian para el trabajo, vender o comer. { }  Furiosos, violentos, indomables, inquietos, rebeldes, iban creciendo bellos, peleaban, se soltaban, daban patadas, montaban las yeguas, potrancas y terneras.  Como si el sexo fuera la vida.  Los capaban y el cambio de aquellos animales era extraordinario. les entraba una mansedumbre, se volvian tranquilos, gordos y feos, bestias de trabajo, victimas del cuchillo del carnicero. No parecian los mismos animales. Castrados eran como vegetales. Los toros padres y los potros para cria seguian violentos. El suyo era un oficio mejor : montar vacas y yeguas. Verdaderos padres padrones del campo. (c) De Carlos Franqui, en su libro " Cuba, la revolucion : ? Mito o realidad ?. Capitulo :  Nacho, el capador.

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